Con la firma del acuerdo de doble tributación con Países Bajos el pasado mes de febrero ya son 18 el total de los acuerdos firmados por Colombia, incluyendo a España, Chile, Suiza, Canadá, México, Corea, India, Portugal, República Checa, Reino Unido, Italia, Francia y con los países que pertenecen a la Comunidad Andina (Bolivia, Ecuador y Perú). Además, hay otros aún no vigentes con Japón, Emiratos Árabes Unidos y Uruguay. Se contemplan acuerdos con Irlanda y Estados Unidos de América, para un futuro. Actualmente, el fenómeno de doble tributación que se genera de operaciones transfronterizas tiene un efecto directo en los inversionistas, al ser ellos sobre los que recae la imposición doble (o a veces incluso múltiple) de las obligaciones tributarias, como lo son el impuesto de renta y de patrimonio. Esto impacta de manera negativa el comercio y la movilidad de capitales puesto que se traduce como un obstáculo para los contribuyentes, haciendo menos atractiva la inversión extranjera. Lo que busca el acuerdo es aliviar esta alta carga tributaria y, por consiguiente, atraer un mayor porcentaje de inversionistas, haciendo más viable el comercio tanto para los extranjeros como para los empresarios nacionales hacia el resto del mundo. A su vez, es un mecanismo para reducir la evasión y elusión fiscales.