Para viñas, árboles forestales y árboles frutales, incluyendo sus portainjertos, la protección se concede por 20 años y para otras especies la protección se concede por 15 años a partir de la fecha de concesión.
Sin embargo, con el fin de mantener la protección, una tasa de anualidad debe ser pagada dentro de los primeros 3 meses del año. De lo contrario, la autoridad nacional declarará nulo el registro.