Por medio de un diseño industrial se puede proteger la apariencia de un producto resultante de cualquier arreglo de líneas o combinación de colores o cualquier forma exterior bidimensional o tridimensional, línea, contorno, configuración, textura o material que no altere el propósito previsto o el uso del producto dicho.
Para ser elegible para el registro, debe ser nuevo (no puesto a disposición del público en cualquier lugar o en cualquier momento por la descripción, el uso, la comercialización o cualquier otro medio.
Un diseño industrial se clasifica según el acuerdo de Locarno del 8 de octubre de 1968.